TALLER ÉTICA-CURSOS SÉPTIMO Y OCTAVO
Es importante conocer algunos conceptos con respecto al significado de algunos valores humanos y reflexionar acerca de ellos:
RESPONSABILIDAD
Solo las personas que cumplen con sus tareas, asumen sus deberes y tienen el carácter suficiente para afrontar sus compromisos, son dignas de confianza. Para ser buenos padres, ciudadano, estudiantes, profesionales, amigos ,gobernantes es necesario conocer muy bien el valor de la responsabilidad ,pues quienes no hacen su trabajo a conciencia, ni responden por sus actos ni cumplen tampoco con los compromisos adquiridos, hacen mucho daño a quienes los rodean, a la sociedad y a sí mismos.
FORTALEZA
La verdadera fortaleza no es cuestión de músculos ni de exhibiciones de resistencia física, poder o supremacía en cualquier campo. Es una cualidad interior que nos permite ser firmes en los momentos difíciles y constantes en la búsqueda del bien, y que nos da la voluntad para resistir a las debilidades y superar los obstáculos.
Nos ayuda a vencer el temor y nos hace capaces de hacer frente a las pruebas y llegar si es preciso a la renuncia y el sacrificio para defender a las personas que queremos y las cosas en las que creemos.
RECIPROCIDAD
Todo va y viene, damos y recibimos, es la ley del equilibrio. Tan simple como eso. Sin embargo, nos cuesta comprender estos principios de compensación que conducen a la vida en armonía. En las sociedades modernas cada uno toma por su lado, vela por sí mismo y trabaja para sí. Todo está dado en términos de “ganar” y “tener más”. Se toma, pero no se retribuye, todos compiten contra todos. Explotamos los recursos que nos da la tierra, pero no le damos nada a cambio. Nos estamos olvidando de la reciprocidad como principio de vida y convivencia, se nos está olvidando como vivir en armonía.
LEALTAD
La lealtad no tiene nada que ver con la obediencia ciega ni tampoco con la complicidad de actos inaceptables e injustificados, por más que estos se hagan en nombre de una justa causa. La verdadera lealtad se basa en sentimientos, convicciones e ideales profundos, que no son negociables y no se prestan a actuaciones incorrectas o injustas.
PERDÓN
El perdón nos libera del peso de los resentimientos y la indignación, permitiéndonos así avanzar hacia lugares más ciertos, como son los del amor y la paz espiritual. Cuando perdonamos no “damos nuestro bazo a torcer”, por el contrario, damos muestra de valor y humildad y vencemos a nuestros peores enemigos, como son la soberbia, el odio y los deseos de venganza.
HUMILDAD
Humildad no es esclavitud, tampoco postración o debilidad, por el contrario, no hay mayor signo de grandeza y sabiduría que la humildad. La persona humilde es receptiva, está siempre dispuesta a escuchar. Acepta a los demás y les abre su corazón. Esta consciente de lo limitado de su conocimiento, lo que la convierte en un verdadero discípulo, un perfecto aprendiz. Sabe que siempre tiene algo que aprender y que todas las personas tienen algo que enseñarle.
SENSATEZ
Una persona sensata es prudente, de buen juicio, capaz de distinguir lo conveniente de lo perjudicial y de actuar con moderación y justicia, buscando siempre lo mejor para quienes la rodean y para sí misma. Controla las situaciones y evita provocar o alentar desavenencias inútiles y sin solución posible. Es así como lo más deseable para una sociedad es contar con personas sensatas ejerciendo como gobernantes, jefes, funcionarios, padres de familia, educadores y ciudadanos en general.
TEMPLANZA
Quien conoce la templanza es capaz de gobernarse a sí mismo y busca siempre el término justo, sin irse a los extremos, modera sus impulsos y maneja sus emociones para evitar los excesos. La templanza no implica deja r de disfrutar la vida, por el contrario, nos permite vivir con intensidad, de forma más plena y placentera.
INTEGRIDAD
La integridad es uno de los pilares de la fortaleza de carácter y está fundada en sólidos principios que nos impiden actuar en contra de nuestra manera de ser o de pensar. Una persona íntegra no le teme a la pobreza ni se deja impresionar con el dinero o las demostraciones de poder, pues tiene muy claras sus convicciones en los asuntos fundamentales de la vida. Tampoco cede fácilmente a las presiones y menos aún si es para hacer algo con lo que no está de acuerdo. Los seres humanos íntegros son sinceros, auténticos, y poseen una gran fuerza espiritual.
LA VOLUNTAD
“La voluntad es la base del carácter”, decía Osca Wilde, refiriéndose quizás a la constante presencia de ánimo que necesitamos para cumplir con las metas que nos proponemos, venciendo la natural resistencia que nos oponen la pereza, las distracciones de todas clases o la costumbre de dejar todo para después. El premio a nuestros esfuerzos y sacrificios diarios en pos de lo que soñamos llegará tarde o temprano si no perdemos la constancia, la convicción y la fe. Una voluntad a toda prueba es la única vía segura para salir adelante por nosotros mismos y llegar lejos en nuestra vida personal, académica y laboral.
AMOR
Aunque por siglos, pensadores, filósofos y escritores han tratado de definir el amor, aún hoy no existe una definición exacta de este sentimiento que todos los seres humanos hemos experimentado en carne propia y gracias al cual nos sentimos vivos. Y es que el amor ha sido comparado al sol, por su luz dadora de vida y a las flores por su belleza y por los cuidados que necesita para crecer y no perder su hermosura. También se dice que el amor es como el agua refrescante, o como el fuego ardiente. Si, el amor es comparable a los más bellos seres de la naturaleza y a sus más poderosos elementos.
También posee su magia.
IDENTIDAD
No podemos olvidar, nuestra historia, costumbres, tradiciones y valores tienen que permanecer siempre en nuestra memoria tanto personal como colectiva si queremos sobrevivir como pueblo o comunidad, si no queremos ser dominados por otros, cada persona y cada comunidad debe descubrir sus raíces, nuestra identidad va mucho más allá de un nombre, es memoria y pertenencia, ilumina nuestro presente y da esperanza a nuestro futuro.
HONOR
El honor en todo hombre y mujer, proviene de un elevado sentimiento de la decencia y la pulcritud en todos los aspectos de la vida. Una persona honorable no falta a su palabra y cumple escrupulosamente con los compromisos adquiridos. Es recta, honesta, justa y humana y no tolera la injusticia en ninguna de sus formas. Bien entendido, el honor es una inagotable fuente de orgullo que nos permite transitar por la vida con la frente en alto, no con altivez y arrogancia, sino con serenidad y humildad.
RUBIELA LAVERDE B.
PSICÓLOGA